Bonsai Flamboyán (Delonix regia): guía completa de cultivo, floración

El flamboyán, conocido científicamente como Delonix regia, es uno de los árboles más espectaculares del mundo tropical. Sus flores rojas en racimos parecen incendiar la copa, lo que le ha valido nombres tan expresivos como “árbol de fuego” o “árbol llama”.

Cada vez que lo veo en imágenes me deja impresionado, hasta el punto de que me recuerda a una escena de cine: salvando las distancias, sus flores me evocan al dinosaurio Dilophosaurus de Jurassic Park, que desplegaba su collar de manera sorprendente. Esa extravagancia natural es lo que hace que el flamboyán sea un árbol tan fascinante.

Índice

Qué es el flamboyán y por qué enamora

Originario de Madagascar, el flamboyán pertenece a la familia de las Fabáceas. Es un árbol de crecimiento rápido que en condiciones adecuadas puede superar los diez metros de altura, con una copa amplia y en forma de paraguas que ofrece una sombra densa.

Sus hojas son bipinnadas, finas y muy abundantes, lo que le da un aspecto ligero y elegante. Sin embargo, lo que realmente lo convierte en protagonista del paisaje es su floración: grandes racimos de flores de un rojo intenso, a veces anaranjadas, que aparecen en primavera o verano y convierten al árbol en un espectáculo visual único.

Dónde crece mejor: clima y zonas

El flamboyán necesita calor durante todo el año y no soporta el frío. Su rango ideal corresponde a zonas libres de heladas, equivalentes a climas tropicales o subtropicales. En España, se adapta bien en Canarias y en algunas zonas del Mediterráneo como Málaga, Almería o la Costa del Sol, siempre que no haya inviernos rigurosos. En climas más fríos solo puede cultivarse en grandes macetas, resguardado en invernaderos o espacios luminosos durante el invierno.

Su tolerancia a la salinidad lo hace apropiado para zonas costeras, y agradece suelos arenosos o bien drenados. Un terreno encharcado puede resultar fatal para sus raíces.

Zonas de España donde puede crecer el flamboyán

RegiónClima predominanteViabilidad del flamboyánRecomendaciones
Islas CanariasSubtropical🌱 IdealPuede crecer en suelo y florecer con fuerza.
Costa del Sol (Málaga, Almería)Mediterráneo suave🌱 Viable en zonas protegidasPlantar en suelo solo si no hay heladas; preferible resguardo joven.
Levante (Alicante, Valencia, Murcia)Mediterráneo litoral🌱 CondicionadoEn maceta grande o invernadero, proteger de inviernos fríos.
Interior peninsular (Madrid, Castilla, Aragón, etc.)Continental❌ No viable en exteriorSolo en invernadero cálido o como ejemplar de interior temporal.
Galicia y norte húmedoAtlántico con inviernos fríos❌ No viableNo soporta humedad excesiva ni heladas frecuentes.

Siembra y germinación desde semilla

Una de las formas más habituales de obtener un flamboyán es germinando sus semillas. Estas tienen una cubierta muy dura, por lo que requieren escarificación para favorecer la entrada de agua. Lo más sencillo es lijar suavemente la semilla o sumergirla en agua caliente durante 24 horas antes de sembrarla.

En climas cálidos germina con rapidez y en pocos años puede alcanzar un tamaño considerable. En viveros profesionales se emplean técnicas más intensas, pero para un aficionado el remojo previo es suficiente.

Cómo germinar semillas de flamboyán paso a paso

  1. Germinar flamboyán es una experiencia sencilla y gratificante si se siguen algunos pasos clave. Lo primero que hay que saber es que sus semillas tienen una cubierta muy dura, por lo que necesitan un pequeño truco previo antes de sembrarlas.
  2. Yo recomiendo empezar con la escarificación, que consiste en debilitar la cáscara para que entre el agua. Puedes hacerlo de dos formas caseras: lijando suavemente una zona de la semilla o sumergiéndola en agua caliente (no hirviendo, sino caliente al tacto) durante 24 horas. Verás que tras el remojo las semillas se hinchan un poco, señal de que ya están listas.
  3. Después prepara un sustrato ligero y bien drenado, una mezcla de arena y turba funciona bien. Coloca las semillas a un centímetro de profundidad, cúbrelas ligeramente y mantén la humedad constante sin encharcar. Lo ideal es mantener la bandeja o maceta en un lugar cálido, entre 20 y 30 °C, con buena luz.
  4. En condiciones favorables, la germinación se produce en una o dos semanas. Al principio las plántulas crecen rápido, así que conviene trasplantarlas a macetas individuales cuando tengan un par de hojas verdaderas. Desde ese momento, necesitan sol abundante y protección frente al frío, ya que son muy sensibles en sus primeros años.
  5. Con este proceso sencillo, en poco tiempo tendrás un flamboyán joven que, aunque tardará años en florecer, ya mostrará ese porte elegante que lo caracteriza.

Raíces poderosas: distancia de plantación

Una de las características menos conocidas del flamboyán son sus raíces superficiales y muy expansivas. Estos sistemas radiculares pueden levantar aceras, dañar pavimentos y entrar en conflicto con tuberías, por lo que se recomienda plantarlo lejos de construcciones.

Si se cultiva en jardín, lo ideal es darle espacio suficiente, al menos seis metros de distancia respecto a muros o caminos.

¿Flamboyán en maceta o como bonsái?

Aunque el flamboyán es un árbol que brilla en su máximo esplendor cuando se planta en suelo, también puede cultivarse en maceta y, con mucho trabajo, incluso como bonsái. En este último caso se enfrenta a dos retos: su sensibilidad al frío y su crecimiento vigoroso.

Para mantenerlo en tamaño reducido se requiere una poda constante de raíces y ramas, además de un control cuidadoso del riego y la nutrición. Aun así, en regiones tropicales se ven flamboyanes bonsái con floraciones espectaculares, prueba de que es posible si se dan las condiciones adecuadas.

Problemas comunes y soluciones

El mayor enemigo del flamboyán es el frío. Las temperaturas cercanas a los 10 °C ya pueden estresarlo, y una helada puede ser letal. Otro problema frecuente es la falta de floración, que suele deberse a exceso de sombra o a suelos pobres en nutrientes. En cuanto a plagas, puede sufrir ataques de pulgones o cochinillas, aunque con tratamientos suaves suelen controlarse sin dificultad.

Preguntas frecuentes sobre el flamboyán

¿Qué clima necesita el flamboyán?
El flamboyán requiere un clima tropical o subtropical, sin heladas. En España solo prospera en Canarias y algunas zonas del Mediterráneo.

¿Cómo germinar semillas de flamboyán?
Es necesario escarificarlas. Se pueden lijar suavemente o remojar en agua caliente 24 h antes de sembrar para facilitar la germinación.

¿Las raíces del flamboyán levantan aceras?
Sí. Sus raíces son superficiales y expansivas, por lo que conviene plantarlo lejos de muros, pavimentos o tuberías.

¿Puede cultivarse el flamboyán como bonsái?
Sí, aunque requiere climas cálidos, poda constante y protección en invierno. Es más común verlo en bonsái en regiones tropicales.

¿Cuándo florece el flamboyán?
Florece en primavera o verano, cubriendo su copa de flores rojas o anaranjadas que lo convierten en un árbol ornamental espectacular.

Conclusión

El flamboyán es un árbol que transmite pura espectacularidad. Su floración roja lo convierte en un icono tropical y en un motivo de admiración allá donde se planta.

En mi caso, aunque nunca lo he tenido, me impresiona tanto su belleza que no descarto intentar germinar uno en el futuro, aunque sea en maceta, para poder disfrutar de esas flores que parecen un despliegue de pura fantasía natural.

Puede interesarte

Subir