Bonsai Corylopsis: guía completa para cultivarlo el avellano de invierno

El bonsái corylopsis, también conocido como avellano de invierno, o incluso pico de avellana de invierno es un ejemplar poco común dentro del mundo bonsái pero con un enorme valor ornamental.
Lo que más llama la atención son sus racimos de flores masculinas de color amarillo, que aparecen a finales del invierno y anuncian la primavera con un estallido de color.
Esa fue precisamente la razón que me hizo fijarme en esta especie: no todos los bonsáis ofrecen una floración tan vistosa.
Qué es el bonsái corylopsis
El Corylopsis pertenece a la familia Hamamelidaceae, la misma de la hamamelis. En su forma natural es un arbusto caducifolio originario de Asia, especialmente de Japón y China. Convertido en bonsái, mantiene sus características ornamentales pero en versión miniatura.
Una diferencia clave respecto al arbusto en el jardín es que en bonsái se controla su crecimiento y se orienta hacia estilos estéticos que realzan su floración amarilla colgante.
Características principales
- Hojas: verdes, ovadas, que se tornan amarillentas en otoño.
- Corteza: fina, con tonos grisáceos que aportan textura.
- Porte: elegante, con ramas arqueadas que sostienen racimos florales.
- Floración: pequeños racimos amarillos, intensamente ornamentales. Cuando los vi por primera vez, me parecieron perfectos para destacar en una colección de bonsáis de flor.
Cuidados básicos del bonsái corylopsis
Exposición y temperatura
El corylopsis es un bonsái de exterior que agradece el sol suave y la semisombra. Resiste el frío, pero conviene protegerlo de heladas intensas, sobre todo si está en maceta pequeña.
Riego y humedad
Requiere riego regular, manteniendo el sustrato húmedo sin encharcar. En verano, un ambiente con algo de humedad ambiental ayuda a mantener sus hojas frescas.
Abonado recomendado
Durante la primavera y el verano se recomienda abonar con productos equilibrados, reduciendo el nitrógeno en la época de floración para favorecer los racimos.
Poda y pinzado
La poda de mantenimiento se hace tras la floración, eliminando ramas largas o mal posicionadas. El pinzado permite controlar el tamaño de las hojas y mantener la armonía del bonsái.
Trasplante y sustrato
El trasplante se realiza cada 2–3 años en primavera. Prefiere sustratos drenantes con akadama y algo de kiryuzuna.
Estilos de bonsái recomendados
El bonsái corylopsis luce especialmente en estilos que permiten mostrar sus flores:
- Moyogi (informal vertical): ideal para destacar la caída natural de los racimos amarillos.
- Shakan (inclinado): da dinamismo y resalta la dirección de la floración.
Cuando pensé en cómo se vería en mi colección, lo imaginé en estilo moyogi, con las flores cayendo en cascada suave, como pequeñas lámparas amarillas.
Plagas y problemas frecuentes
Aunque no es muy propenso, puede sufrir:
- Pulgones en los brotes jóvenes.
- Araña roja en veranos secos.
- Hongos si hay exceso de humedad.
La prevención pasa por mantener buena ventilación, riego equilibrado y revisiones periódicas.
Por qué elegir un bonsái corylopsis
- Floración inusual: sus racimos amarillos lo diferencian de especies más comunes como el olmo o el arce.
- Interés estacional: ofrece espectáculo en invierno–primavera y un bonito color otoñal.
- Rareza en colecciones: no es el bonsái típico, lo que le da un valor especial.
Personalmente, lo recomiendo a quienes buscan un bonsái ornamental y llamativo, perfecto para sorprender en la época de floración.
Preguntas frecuentes
¿Florece bien en maceta pequeña?
Sí, siempre que reciba suficiente sol suave y nutrientes adecuados.
¿Resiste las heladas?
Tolera el frío moderado, pero conviene protegerlo de heladas fuertes.
¿Es un bonsái adecuado para principiantes?
Es más recomendable para aficionados con cierta experiencia, aunque su mantenimiento no es excesivamente complicado.
Bonsái de avellano de invierno para amantes de las flores curiosas
El bonsái corylopsis es una joya para quienes valoran la belleza estacional. Sus racimos de flores amarillas lo convierten en una opción ornamental única, capaz de transformar cualquier colección. No es el más común en viveros, pero merece la pena buscarlo y darle un lugar especial en tu jardín de bonsáis.

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