
Bonsái Tamarix: cuidados, estilos y secretos del Taray en miniatura

El Tamarix, conocido también como Taray o Taraje, es un árbol mediterráneo que sorprende por su resistencia y elegancia. En bonsái, se convierte en una especie poco común pero muy especial, sobre todo por su follaje fino y su espectacular floración.
Desde que descubrí esta especie, me llamó la atención la forma en que cuelgan sus ramas, perfectas para estilos llorones, y esa mezcla de dureza y delicadeza que lo hace único.
Cuidados básicos del Tamarix en bonsái
Riego y resistencia a climas extremos
El Tamarix no es exigente con el agua. Puede sobrevivir a la sequía y al exceso de humedad, lo que da margen de error a quienes empiezan en bonsái. Eso sí, lo ideal es mantener un riego equilibrado, sin dejar que el sustrato se seque por completo.
Abonado y trasplante
- Abono: desde primavera hasta mediados de otoño, con fertilizantes equilibrados.
- Trasplante: cada 2–3 años, preferiblemente a principios de primavera, usando un sustrato drenante.
Poda y formación
El Tamarix responde bien a la poda. Es recomendable hacerlo después de la floración para no perder el espectáculo de sus racimos. Sus ramas flexibles permiten alambrar con facilidad, aunque tienden a crecer hacia abajo de manera natural.
Estilos recomendados para el Tamarix bonsái
Estilo llorón: el más natural para el Tamarix
Cuando vi por primera vez un Tamarix, lo que más me impresionó fue cómo sus ramas parecían caer suavemente, como un sauce. Eso lo convierte en candidato perfecto para el estilo llorón, realzando su naturaleza colgante y elegante.
Otros estilos posibles (vertical, literati, inclinado)
Aunque el llorón es el más característico, también puede trabajarse en:
- Vertical informal → aprovechando su tronco irregular.
- Literati → jugando con sus ramas largas y ligeras.
- Inclinado → para dar sensación de árbol azotado por el viento.
Floración del bonsái Tamarix: un espectáculo poco común
Uno de los grandes atractivos del Tamarix es su floración. Sus flores, en tonos rosados o blancos, aparecen en racimos que cubren gran parte de la copa, dándole un aspecto delicado y muy llamativo. Personalmente, es lo que más me gusta de este árbol: la combinación de resistencia extrema con una floración tan fina y elegante.
Plagas y problemas frecuentes en Tamarix bonsái
Aunque es una especie dura, no está libre de problemas:
- Cochinillas y pulgones → atacan sobre todo en primavera.
- Hongos de raíz → si el sustrato permanece demasiado encharcado.
- Ramas quebradizas → en ejemplares muy viejos, conviene podar con cuidado.
La prevención básica es mantener buena ventilación, riego moderado y revisar hojas y ramas con frecuencia.
Consejos prácticos para mejorar su diseño y estética
- Realzar el estilo llorón podando ramas que crezcan hacia arriba.
- Combinarlo con una maceta esmaltada clara para destacar el color de sus flores.
- Dejar que florezca antes de podar, así se disfruta cada temporada de su mejor momento.
Preguntas frecuentes sobre el bonsái Tamarix
¿Qué estilo es mejor para un bonsái Tamarix?
El llorón, aunque admite otros como vertical informal o literati.
¿Florece el bonsái Tamarix en maceta?
Sí, y es uno de sus mayores atractivos.
¿Cada cuánto se riega un bonsái Tamarix?
De forma regular, evitando tanto la sequía extrema como el exceso de agua prolongado.
¿Se puede cultivar Tamarix como bonsái en climas secos?
Sí, se adapta perfectamente a climas áridos.
¿Qué diferencia hay entre Taray y Tamarix?
Son lo mismo: “Taray” o “Taraje” son los nombres comunes del género Tamarix.
El bonsái estilo llorón por excelencia
El bonsái Tamarix es una especie poco habitual, pero con un potencial enorme. Une lo mejor de dos mundos: resistencia extrema y belleza delicada gracias a su floración. En mi experiencia, lo más fascinante es cómo sus ramas cuelgan naturalmente, haciéndolo perfecto para estilos llorones, y cómo puede prosperar incluso en condiciones duras.
Si buscas un bonsái diferente, resistente y con un encanto único en primavera, el Tamarix merece un lugar en tu colección.
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