CÓMO ABONAR UN BONSÁI

Aprende correctamente cómo abonar tu bonsái para manternerlo sano y crezca al máximo. El abonado de nuestro bonsái es una de los cuidados básicos que debemos realizar en nuestra planta. Aunque el sustrato en muchos casos dispone de ciertos nutrientes no serán los suficientes para el crecimiento correcto del árbol y sobre todo para su salud y bienestar.

Existen infinidad de abonos y cada árbol tiene unas exigencias diferentes que nos harán decantarnos por uno u otro según su especie, estado de crecimiento y etapa de diseño.

Ten en cuenta que los árboles cuando están plantados en el suelo tienen la posibilidad de buscar ellos nutrientes pero cuando están en una maceta es responsabilidad nuestra ponerle a su alcance esos nutrientes para que pueda alimentarse.

Abono en bolsas de te colocado en bonsai

Índice

Qué es el abono

Lo primero antes de decidir qué abono utilizarás en tu bonsái, es que sepas básicamente qué es el abono. El abono está compuesto principalmente por macronutrientes y micronutrientes. De los macronutrientes existen tres elementos químicos a destacar por ser son los más importantes y cuyas cantidades marcarán el tipo de abonado que realizaremos: nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). Cada uno de estos elementos químicos tienen una función en la planta:

  • El nitrógeno (N) es el elemento central de cualquier abono y se encarga de ayudar al crecimiento de las hojas y del tallo.
  • El fósforo (P) ayuda en el desarrollo de las raíces, incrementa las defensas y refuerza la inmunidad de la planta.
  • El potasio (K) es el que se encarga del crecimiento de los frutos y flores en nuestro bonsái.

Por norma general todos los árboles deben abonarse con abono rico en nitrógeno durante la fase inicial de la época de crecimiento (primavera) y con un abono bajo en nitrógeno y rico en potasio durante la última parte de la estación de crecimiento (otoño).

Régimen de abonado de un bonsai
Tabla básica régimen de abonado de un bonsai de nitrógeno.

Qué abono utilizar

Todas las plantas requieren nutrientes para sobrevivir y mantener un crecimiento saludable por lo que los bonsáis no son una excepción. Además, estos al crecer dentro de un recipiente con un volumen limitado de sustrato requerirán que les aportemos más nutrientes. El "truco" para abonar un bonsái de la forma correcta es hacerlo suministrándole en su periodo activo (normalmente en primavera y otoño) pequeñas cantidades de fertilizante en intervalos frecuentes.

El tipo de abono a utilizar puede variar dependiendo la especie. Como norma general los árboles perennes se abonan durante periodos más largos que los caducos.

Hay dos tipos diferentes de abonos: Abono líquido y abono sólido.

El abono líquido suele diluirse en el agua de riego o se aplica con un difusor vaporizando la zona aérea (hojas) del bonsái. Una de sus ventajas radica en su velocidad de actuación si lo empleamos en el riego del sustrato ya que va directo a las raíces que lo absorben casi de inmediato. También es interesante ya que no produce olores desagradables y es limpio.

Si utilizas abono líquido diluido en el agua con el que vas a regar tus bonsáis puedes colocar debajo de los árboles una bandeja para recoger el sobrante ya que ese agua contendrá abono y puede reutilizarse por ejemplo para las plantas de tu jardín.

El abono sólido suele venir en pellets, granos u otra forma y se coloca encima del sustrato del bonsái. Durante los riegos se irá descomponiendo y liberando de forma gradual sus nutrientes para alimentar las raíces del bonsái. Es por ello que se les llama abonos de liberación lenta.

Si no tienes experiencia es recomendable que escojas abono sólido de liberación lenta ya que el abono líquido si se echa en exceso puede ser perjudicial para nuestro árbol ya que puede llegar a quemar las raíces. El abono sólido al ser más natural y liberarse poco a poco hace que nuestro bonsái recoja solamente lo que necesite por lo que es más seguro para recién iniciados y además suele ser el más utilizado por aficionados en general.

Cómo elegir el abono correcto

Una vez tengas decidido qué tipo de abono utilizar (líquido o sólido) debes centrarte en su NPK ya que dependiendo lo que quieras conseguir tendrás que usar el que tenga unos valores concretos. Este valor nos lo suministra el proveedor de abono con una etiqueta informativa donde aparecerán las siglas NPK y a su derecha tres números separados normalmente por ":" por ejemplo: NPK: 8:6:6. Cada uno de esos números nos marcará la proporción de ese macronutriente. En el caso del ejemplo sería 8 proporciones de nitrógeno por cada 6 de fósforo y 6 de Potasio.

Abonando bonsai pino

Abono con nitrógeno alto (N): Se utiliza sobretodo en primavera para fomentar el crecimiento de las hojas, alargamiento de los tallos y creación de los brotes. Por ejemplo: NPK: 12:6:6

Abono con fósforo alto (P): Como ya he dicho en este mismo artículo este elemento químico favorece el crecimiento de raíces por lo que es ideal usar un abono alto en este macronutriente si hemos trasplantado nuestro bonsái para ayudar al crecimiento radicular y fortalecer sus defensas.

Abono con potasio alto (K): Si el ejemplar es un bonsái de flor y fruto tenemos que utilizar un abono alto en este componente ya que contribuirá a la floración y a la creación de frutos. Esto no significa que si nuestro bonsái no es de flor no debemos suministrar potasio ya que este componente es necesario también para otros procesos por lo que no debe faltar.

Los abonos japoneses más conocidos son Hanagokoro, Tamahi Joy, Manzoku Tosho, Green King y Biogol. Cada uno de ellos tiene un NPK diferente y muchos de ellos podemos encontrarlo además en diferentes tamaños

Cómo abonar mi bonsái

Una vez escogido el abono revisa las instrucciones del fabricante para su correcto uso en cuanto a cantidades a suministrar, repeticiones y otros detalles. Contrástalo con experiencias personales de otros aficionados en foros y redes sociales o si prefieres pregunta al vendedor de tu planta que seguramente pueda darte pistas.

Un consejo: en el periodo de abonado es preferible abonar en cantidades pequeñas y frecuentemente que mucho y de forma espaciada.

Si usas abono sólido lo puedes colocar directamente sobre el sustrato o utilizar cestas de abono si prefieres. Las cestas de abono pueden sustituirse por bolsas de té o incluso por pequeños trozos de tubo de PVC recortados o por lo que se te ocurra.

Cuando hay que abonar un bonsái

Existen dos épocas marcadas para abonar tu bonsái ya que son las temporadas de crecimiento de los árboles: primavera y otoño.

Pero incluso en esas épocas hay diferencias ya que por ejemplo si nuestro árbol está en fase de engorde y crecimiento como podría ser un prebonsai o bonsái joven abonaremos al comienzo de la primavera, pero si se trata de un árbol ya desarrollado y de más edad y no queremos que alargue demasiado los entrenudos abonaremos cuando la primavera esté más avanzada y los brotes se hayan abierto dejando ver las hojas.

Existen especies como los olmos que se abonan durante todo el año para favorecer la ramificación fina e incluso hay quien abona de forma ligera durante todo el año coníferas y árboles perennes y abona con más proporción en épocas de mayor actividad del bonsái. Por estos y otros motivos te recomiendo que le eches un vistazo a las fichas por especies donde podrás encontrar más información concreta sobre la variedad de tu bonsái y te puede servir de pista para hacerlo de forma adecuada.

El abono sólido se irá degradando con el tiempo y en la capa superior del sustrato se quedará una especia de masa. Esa plasta son los excipientes y se trata de sustancias inactivas que se utilizan para darle consistencia al abono por lo que debes retirar del sustrato ya que no aportan nada a tu bonsái y pueden terminar perjudicando la aireación de tu sustrato.

Cuando no hay que abonar

No debemos abonar nuestro bonsái si acabamos de trasplantarlo. Es conveniente esperar al menos un mes antes de iniciar cualquier tipo de abonado.
Tampoco abonaremos si nuestra planta está débil o enferma.

En épocas de calor extremo tampoco es buen momento para abonar aunque si hemos colocado el abono con anterioridad no será necesario retirarlo a no ser que esté ya degradado.

Abono fermentado y abono no fermentado

Podemos encontrar en el mercado abonos sin fermentar y abonos fermentados. Si compramos abono sin fermentar realizará el proceso cuando lo coloquemos en el bonsái y lo humedezcamos. Por eso no debemos preocuparnos si desprende olor y le vemos moho ya que es parte del proceso de fermentación. Si no soportas los olores fuertes puedes optar por abonos ya fermentados como por ejemplo Biogold. Este solución es ideal si vives en un piso y tienes algún bonsaí en tu ventana o balcón ya que podrás disfrutar de esta afición sin molestar a la gente con la que convives o a los vecinos de tu bloque.

Cómo hacer abono casero

Muchos aficionados hacen su propio abono a partir de la mezcla de harinas de hueso, pescado, estiércol… Existen diferentes mezclas y dependerá de lo que quieras conseguir. Os dejo a continuación un vídeo del proceso de creación de tamahis caseros del canal de Youtube Caminando entre bonsáis.

Tamahi es la palabra que utilizan en Japón para denominar el formato del abono que allí se utiliza por lo que los tamahis son las típicas bolas o pastillas de abono japones.

Espero que esta información sobre abonado de bonsáis te sea de utilidad, ahora puedes regresar al índice de cuidados del bonsái o navegar por los siguientes artículos:

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